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Tras las elecciones generales celebradas ayer, la Unión Sindical Obrera (USO) resalta la reiterada voluntad de la ciudadanía de pedir con su voto a las principales fuerzas políticas la necesidad del pacto para la conformación de un gobierno plural que acometa los grandes retos actuales y de futuro que este país y sus gentes necesitan.

Una vez constatado el estrepitoso fracaso de las encuestas, USO felicita a la ciudadanía tanto por el ejemplar comportamiento cívico y democrático nuevamente manifestado como por la participación en esta nueva cita electoral, a pesar del cansancio del electorado por la repetición de los comicios.

USO considera que más allá del movimiento de determinados votos y escaños, se repite, como en los comicios celebrados hace tan solo medio año, la decisión de no otorgar mayoría absoluta a ninguna opción política determinada, por lo que “el nuevo parlamento debe aunar esfuerzos en aras del interés general constituyendo un nuevo gobierno con la más amplia coalición posible con la que reconducir las políticas a favor de las personas, del empleo pleno digno y con derechos, del crecimiento económico y de los necesarios y amplios consensos que eviten la monopolitización permanente, promoviendo una nueva cultura del pacto político en los grandes temas del país”, en palabras de Julio Salazar, secretario general de USO.

En este sentido, Salazar reclama “una pronta conformación de un nuevo gobierno que ponga fin a las políticas de recesión causantes de tantos destrozos sociales y humanos, y por contra, se priorice el crecimiento del empleo, de los salarios, de la recuperación de los derechos laborales, y la defensa del sistema público de protección social con pactos de estado que blinden la educación sostenida con fondos públicos, la sanidad y los servicios públicos esenciales”.

Finalmente, la USO reitera la necesidad de regeneración democrática tanto del marco político como sindical, con sendas reformas de la normativa electoral actual que sean reflejo fiel de la pluralidad de la sociedad frente a los privilegios que el bipartidismo y bisindicalismo han tenido hasta la fecha.